martes, 29 de enero de 2013

El vino desde cero


Si tuviera que definir con una frase mi filosofia enológica seguramente eligiría esa: "El vino desde cero", y es así por diversas razones, porque parto desde cero en practicamente todos los aspectos. Usted imagínese sentado en su sofa, leyendo un libro o disfrutando de los placeres de la reflexión, en una mano una copa de vino y de repente surge: ¿seré yo capaz de crear mi propio vino?... lo demás viene rodado, leer y leer, estudiar y dar forma a la idea.

Pero la idea se antoja complicada, la inversión inicial es alta para iniciarse en algo en lo que posiblemente fracasaremos. Nada mas hacer un presupuesto incial de gastos surge la segunda idea: si hemos partido de cero en cuanto a ideas, conocimientos y técnicas ¿porqué no partir de cero en cuanto a herramientas y materiales? Nada hay mas auténtico que algo que creas tú mismo con tus propias manos, pero si además lo creas con herramientas que tú mismo te has construido entonces el valor se multiplica, es aún mas genuino. Lo que en principio nace como una respuesta a poder elaborar sin un gasto inicial en materiales grande se convierte con el tiempo en nuestra principal filosofía.

Construimos la despalilladora, la estrujadora, la prensa y sobre todo elaboramos un gran vino que es lo principal. Un vino que es profundamente "nuestro".

El blog se  dividirá en dos partes principales: una dedicada a los "bricos" o como lo llaman los anglosajones "DIY" que abordará paso a paso como construirse uno mismo sus propios aperos de bodega y otra parte dedicada a la enología práctica, indicaciones rápidas orientadas a ser plenamente operativas en los procesos de bodega sin entrar en complejas reacciones químicas.



Desde el primer momento me veo atraido por la corriente "vin de garage" que proviene de Francia, la idea es muy buena, se basa en microproducciones muy controladas en las que se interviene de acuerdo a las más avanzadas técnicas. Pero a veces las más avanzadas técnicas van reñidas con la austeridad económica. El reto es por tanto aplicarlas sin renunciar al gasto mínimo sirviendonos de ingenios y habilidades. Hablo de utilizar un viejo frigorifico adaptandolo como equipo de frio, de utilizar botellas de agua congeladas para la maceración en frio, de utilizar adecuadamente los distintos depositos para evitar oxidaciones.... y un largo etcetera

Un abrazo y viva el vino!!!

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