Una idea

Con la ambición por bandera y una buena dosis de ilusión se tejen las mayores proezas de la humanidad, con estas ideas sobra optimismo para aventurarse en la complicada tarea de elaborar un buen vino. Siempre he amado los retos pero a priori esta tarea se antoja ardua, laboriosa y sobre todo compleja. Si bien puedo presumir de haber mojado el gaznate con un amplio abanico de caldos no tenía en mi haber los conocimientos técnicos de su elaboración y tras haber realizado un curso de enólogo aficionado surge la idea en mi cabeza de intentar elaborar en mi casa vino tinto.

A menudo hablando con personas que hacen vino en su propia casa y con métodos más que cuestionables les oigo decir frases como: "no ha salido mal", "al menos se puede beber". Son frases derrotistas, probablemente al año siguiente sigan teniendo el mismo vino ojigallo, ni blanco ni tinto, a menudo muy ácido y en la mayoría de los casos imbebible. No deseo caer en ese conformismo tan gratuito.

La idea por lo tanto del proyecto es, aplicando los conocimientos técnicos adquiridos, poder elaborar un buen vino tinto. Buscaremos el caldo perfecto, juventud, fruta, color fuerte, madera, untuosidad, buen postgusto y sobre todo que invite a seguir bebiendo.

Un saludo y viva el vino!

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El vino desde cero

Si tuviera que definir con una frase mi filosofia enológica seguramente eligiría esa: "El vino desde cero", y es así por diversas razones, porque parto desde cero en practicamente todos los aspectos. Usted imagínese sentado en su sofa, leyendo un libro o disfrutando de los placeres de la reflexión, en una mano una copa de vino y de repente surge: ¿seré yo capaz de crear mi propio vino?... lo demás viene rodado, leer y leer, estudiar y dar forma a la idea.

Pero la idea se antoja complicada, la inversión inicial es alta para iniciarse en algo en lo que posiblemente fracasaremos. Nada mas hacer un presupuesto incial de gastos surge la segunda idea: si hemos partido de cero en cuanto a ideas, conocimientos y técnicas ¿porqué no partir de cero en cuanto a herramientas y materiales? Nada hay mas auténtico que algo que creas tú mismo con tus propias manos, pero si además lo creas con herramientas que tú mismo te has construido entonces el valor se multiplica, es aún mas genuino. Lo que en principio nace como una respuesta a poder elaborar sin un gasto inicial en materiales grande se convierte con el tiempo en nuestra principal filosofía.

Construimos la despalilladora, la estrujadora, la prensa y sobre todo elaboramos un gran vino que es lo principal. Un vino que es profundamente "nuestro".

El blog se  dividirá en dos partes principales: una dedicada a los "bricos" o como lo llaman los anglosajones "DIY" que abordará paso a paso como construirse uno mismo sus propios aperos de bodega y otra parte dedicada a la enología práctica, indicaciones rápidas orientadas a ser plenamente operativas en los procesos de bodega sin entrar en complejas reacciones químicas.

Desde el primer momento me veo atraido por la corriente "vin de garage" que proviene de Francia, la idea es muy buena, se basa en microproducciones muy controladas en las que se interviene de acuerdo a las más avanzadas técnicas. Pero a veces las más avanzadas técnicas van reñidas con la austeridad económica. El reto es por tanto aplicarlas sin renunciar al gasto mínimo sirviendonos de ingenios y habilidades. Hablo de utilizar un viejo frigorifico adaptandolo como equipo de frio, de utilizar botellas de agua congeladas para la maceración en frio, de utilizar adecuadamente los distintos depositos para evitar oxidaciones.... y un largo etcetera

Un abrazo y viva el vino!!!

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Como hacer una estrujadora de uva casera

En esta ocasión nos pondremos manos a la obra para construirnos, con unos pocos materiales fáciles de conseguir, una estrujadora manual que facilitará esta tarea. Además incorporaremos una ventana de ajuste que permitirá variar el nivel de estrujado requerido.

He de reconocer que no merece la pena construir una estrujadora dado el reducido precio que tienen en el mercado (desde 110 €) y las horas de trabajo que conlleva, pero teniendo en cuenta que nos debemos a nuestra filosofía "vino desde cero" creemos que no supone un objetivo difícil de conseguir y representa fielmente los valores que perseguimos de autosuficiencia técnica.
 
Materiales que necesitaremos:

- Tubo de 90 cms de PVC para canalización de agua.
- listón de madera de sección cuadrada 1,2 mm de lado.
- tablero de madera de pino
- tornillería.
- dos rodamientos con tapa
- dos medias abrazaderas. De las utilizadas para fijación de tubo sobre pared.
- Tubos de acero
- Regla de obra. Se trata de un perfil de hierro de sección cuadrada.
- Pequeño perfil o pletina de hierro.
- Alambre
- Herramientas: Brocas y taladro, amoladora con disco de corte y otro de lijado, equipo de soldadura...

Comenzaremos cortando el tubo en dos partes iguales que constituirán los futuros rodillos de estrujado, el tamaño definirá la capacidad de la máquina.

Cortaremos los listones de igual dimensiones que el tubo y avellanamos los huecos donde irán las cabezas de los tornillos que los fijarán al tubo. Además deberemos pasar una broca que facilite la entrada de los tornillos.

Debemos medir adecuadamente la distancia entre los listones ayudándonos de un polígono que tendrá el mismo número de lados que listones a instalar, en nuestro caso hemos dejado un hueco entre listones justo para que se aloje en su recorrido el listón del otro rodillo y además el doble del grosor de una pepita de una uva, de esta forma evitamos que al estrujar se partan las pepitas. Este es el detalle constructivo más importante.

Vamos colocando todos los listones hasta completar los dos tubos verificando que "engranan" adecuadamente.

Añadimos las tapas recortándolas del tablero de pino de 1,5 mm de espesor.

Para fijar las tapas utilizamos tornillos en huecos que previamente avellanaremos.

Vamos a construir un soporte para los rodamientos. es muy simple y se basa en recortar en madera un soporte con la forma deseada al que añadiremos la parte de arriba de una abrazadera de tubo ayudándonos de dos tornillos con arandelas.

Es importante que los rodamientos y el eje principal coincidan adecuadamente. Aquí tenemos un soporte terminado con el eje insertado.

Nosotros hemos puesto rodamientos en un único eje debido a que es el que soportará la presión de la manivela. El otro llevará un soporte de casquillo simple puesto que es el rodillo de "arrastre".

Colocamos el eje y le soldamos unas pletinas para anclarlo al rodillo maestro. Montamos el otro eje en el otro rodillo y los presentamos en la estructura principal.

Una vez tomadas las medidas soldamos dos trozos de pletina a dos tubitos que servirán de casquillo para alojar el otro eje. Insertamos el eje y para evitar su salida ponemos una arandela y lo atravesamos con un pasador que doblamos.

Realizamos unas "ventanas" en la estructura en lugar de unos sencillos agujeros que servirán para fijar los soportes de rodamiento a la estructura y permiten variar su posición y con ello aproximar o alejar los rodillos.

Una vez colocados los dos ejes fijamos la estructura con dos tablillas en varios puntos. Hemos procedido al pintado de la estructura en un corporativo rojo para evitar su corrosión, el resto de piezas metálicas son de acero inoxidable.

Cortamos del tablero dos plantillas que constituirán en las tapas de la estrujadora y el cuerpo principal de la tolva de recepción.

Los colocamos y atornillamos:

Montamos y atornillamos los dos tableros que formarán la tolva y facilitarán la caída de la uva hacia los rodillos.

Montamos la manivela y hacemos unas pruebas iniciales comprobando un perfecto funcionamiento, realizamos el ajuste pertinente en el aproximado de los rodillos y pintamos las partes que falten.

 La estrujadora terminada:

La ponemos a prueba:

Espero les haya gustado, un saludo a todos.

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